El objetivo de los tratamientos es reducir el riesgo de futuras fracturas y la severidad de las mismas si llegaran a producirse, y mitigar el efecto de la osteoporosis y fracturas en el resto del cuerpo.
Existen muchos medicamentos en uso y en desarrollo para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis. La mayor parte de los medicamentos aprobados son inhibidores de la resorción ósea, es decir retrasan la fase destructiva de la remodelación ósea y ralentizan la resorción de minerales hacia el flujo sanguíneo. Esta categoría de fármacos no genera hueso más allá de lo que el cuerpo produce para rellenar los espacios durante la remodelación ósea. Los medicamentos clasificados como inhibidores de la resorción incluyen los bifosfonatos, el estrógeno, los moduladores selectivos de receptores estrogénicos (SERM) y la calcitonina. Los inhibidores de la resorción producen un ligero aumento de la densidad ósea. Este ligero incremento ha sido suficiente para beneficiar a millones de personas tratadas con estos fármacos. Sin embargo los efectos a largo plazo (más de 10 años) no están claros.
Los primeros medicamentos que fueron desarrollados para tratar a mujeres postmenopaúsicas fueron los bifosfonatos, alendronato (Fosamax) y risedronato (Actonel). Muchos doctores aún consideran los bifosfonatos como la terapia de primera línea. Reducen las fracturas vertebrales y no vertebrales y tienen pocos efectos secundarios. Ambos medicamentos han estado en el mercado largo tiempo y son millones las personas que los han usado. Estos fármacos reducen el riesgo de fractura en las zonas más propensas – vértebras, cadera y muñecas – entre el 40 y 50%. Son bien tolerados si se toman siguiendo las recomendaciones del médico. Los efectos secundarios incluyen náuseas, ardor de estómago, irritación del esófago e irritación del estómago. Generalmente se toman en pastillas con agua, más o menos 30 minutos antes del desayuno, a primera hora de la mañana.
Otro grupo de medicamentos son los agentes anabólicos, que favorecen el crecimiento de nuevo tejido óseo. La Teriparatida, un análogo de la hormona humana paratiroidea (PTH), y con el nombre comercial Forteo, se usa para tratar la osteoporosis; puede duplicar el ritmo de formación de tejido óseo y hay estudios que muestran que puede reducir las fracturas vertebrales hasta un 70% y las no vertebrales hasta casi un 50%. Forteo debe suministrarse en inyecciones y de forma regular ya que sus efectos van decreciendo gradualmente; los pacientes guardan el medicamento en sus refrigeradores y se lo inyectan ellos mismos. Se trata de un medicamento relativamente nuevo y aún se están recopilando sus efectos a largo plazo. Los bifosfonatos detienen la resorción ósea hacia el flujo sanguíneo mientras que las hormonas paratiroideas estimulan el crecimiento de nuevo tejido óseo. Los dos medicamentos parecen ser antagónicos. Recientes estudios sugieren que la resorción ósea es necesaria para que las hormonas puedan efectivamente estimular el crecimiento de nuevo tejido óseo. La administración simultánea de ambos medicamentos reduce la eficacia de la hormona.
El ranelato de estroncio contiene el elemento químico estroncio, del que se encuentran trazas en el esqueleto humano, y se piensa que ralentiza la descomposición ósea. Se toma de forma oral 2 gramos al día, lo cual es una gran cantidad si se compara con otros medicamentos. Es eficaz para incrementar la densidad ósea y reducir el riesgo aparente de fractura. Sin embargo, debido a la existencia de otras muchas alternativas, es un fármaco raramente prescrito por los médicos a menos de que existan circunstancias especiales.
El raloxifeno o Evista es el único fármaco SERM aprobado en los EE.UU. Para la prevención o tratamiento de la osteoporosis. Hay estudios que demuestran que reduce las fracturas en la columna vertebral entre un 40 y 50% (comparable a los bifosfonatos) y presenta menos efectos secundarios (sofocos, calambres en las piernas y trombosis en un número pequeño de pacientes). Incrementa la densidad ósea, aunque no a la velocidad de los bifosfonatos y puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama. Además reduce el LDL o colesterol malo.
La calcitonina es una hormona natural que ayuda a mejorar la densidad ósea de varias formas. Reduce la cantidad de calcio que se elimina por la orina, mantiene el calcio en los huesos e inhibe la acción de las células que descomponen el tejido óseo (los osteoblastos).
Los suplementos de calcitonina se emplean para tratar la osteoporosis, aunque no son usados ampliamente, y han demostrado que la reducción de fracturas vertebrales que logra es más bien modesta. Esta hormona se administra por spray nasal y sus efectos secundarios son moderados como malestar estomacal o enrojecimiento de la piel. El Miacalcin, spray nasal, puede producir secreción nasal y síntomas respiratorios.
Entre los agentes de terapia hormonal se incluyen el Premarin, Prempro, Estrace y Climara. La terapia hormonal es exclusivamente para prevenir la osteoporosis, no para su tratamiento, lo cual no fue bien comprendido por mucha gente, al principio, cuando se generalizó su uso. Reduce las tasas de fractura vertebral y de cadera entorno al 34% según Observatorio de la Salud Femenina de Harvard, pero los efectos secundarios negativos han reducido de manea siginificativa el entusiasmo inicial sobre la terapia de sustitución hormonal. El Premarin, una forma de estrógeno, según esta publicación incrementa el riesgo de accidente cerebrovascular y de cáncer uterino. Aún más, los pacientes que lo tomen con progestina (una hormona sintética que se usa en anticonceptivos y que a menudo se le administra a mujeres postmenopaúsicas), se enfrentan a un aumento del riesgo padecer ataque cardíaco, trombosis, cáncer de mama y accidente cerebrovascular.
Los estrógenos, tanto naturales como los suplementos, tienen una larga y polémica relación con la osteoporosis. Los estrógenos inhiben la resorción ósea y su reducción en las mujeres postmenopaúsicas fue durante mucho tiempo considerada una de las causas de osteoporosis. La tasa de pérdida de hueso se reduce a lo largo del tiempo. Los hombres con deficiencia de estrógenos también son más propensos que otros hombres a padecer osteoporosis.
En el pasado la terapia de sustitución hormonal era el primer recurso para el tratamiento y la prevención de la pérdida de densidad ósea, pero estudios grandes han mostrado que los estrógenos combinados en mujeres mayores pueden incrementar de forma peligrosa el riesgo de ataque cardíaco, de accidente cardiovascular y de cáncer de mama. Es por esto que la terapia de sustitución hormonal no es habitual en los tratamientos de la osteoporosis.
La guía de tratamientos farmacológicos del American College of Physicians (Colegio Americano de Médicos) recomienda a los doctores la prescripción de bifosfonatos u otros fármacos a cualquiera que padezca osteoporosis o que haya sufrido una fractura por fragilidad. A los médicos también se les aconseja considerar un tratamiento para las personas por encima de 62 años o con un T-score bajo.
La osteoporosis es tan frecuente que cualquier médico de cabecera, incluso con poca experiencia, ha visto y tratado pacientes. La osteoporosis generalmente primero la trata el médico de cabecera, o el internista o el ginecólogo (aunque esta no es especialidad del ginecólogo). Otras especialidades médicas que pueden tratar la osteoporosis incluyen a geriatras, endocrinólogos, reumatólogos, cirujanos ortopédicos y fisioterapeutas (médicos de rehabilitación). El médico de cabecera puede remitir al paciente a uno de estos especialistas si la osteoporosis está en fase avanzada o se presentan síntomas difíciles de tratar. Aquí hay algunas ideas para saber que preguntar al médico.
Como enfermedad silenciosa, la osteoporosis no produce dolor apreciable hasta que hay una fractura o un fallo óseo. Por desgracia el dolor puede ser fuerte después de una fractura o un colapso vertebral.
La calcitonina, aunque ya no suele usarse para el tratamiento de la osteoporosis, sí ha demostrado ser de ayuda para el dolor, al igual que la teriparatida. No tenemos evidencias de que los bifosfonatos alivien el dolor de la osteoporosis, pero el efecto de estos fármacos previniendo la pérdida de tejido óseo probablemente ayude a impedir que el dolor se agrave. Los bifosfonatos se administran a pacientes con cáncer en fase avanzada con metástasis efectiva o posible a los huesos – en parte como tratamiento paliativo del dolor. La cirugía puede aliviar el dolor a los pacientes que lo necesiten.